miércoles, 4 de junio de 2014

Caso de intervención desde el modelo Dohrenwend


En el siguiente artículo podrás identificar estos elementos:


·         Objetivo: Evitar la psicopatologización de la intervención en situaciones de emergencia.
o   Devolver a la persona a la normalidad, en la cual las relaciones interpersonales se desarrollan.
o   Activar el efecto amortiguador del apoyo social es la constitución de grupos basados en las redes sociales <<naturales>>.
·         Población: Personas que, tras experimentar una situación traumática, desarrollan algún cuadro psiquiátrico grave o clínicamente significativo.
·         Situación problemática: efectos de ciertos desastres naturales es la ruptura del mundo cotidiano, de lo dado por supuesto, de los cimientos normativos y simbólicos sobre los cuales se desarrolla la vida grupal. Se trata de una ruptura de las normas sociales básicas que forman parte y sustentan el ámbito simbólico de la vida social.
·         Planeación: las características de los sujetos que mejor afrontan este tipo de situaciones críticas, señalando que las mismas serían las siguientes: sentido del humor, habilidades en la resolución de problemas, sensación de control, participación o compromiso con lo que está ocurriendo, autoeficacia percibida, flexibilidad para adaptarse a los cambios y cohesión.
o   La forma más efectiva de intervención es aquella que tiene consecuencias a largo plazo, como por ejemplo la reestructuración de las redes de apoyo.
o   Evaluar la necesidad relativa, e identificar aquellos sectores o grupos sociales con recursos limitados.
·         Estrategias: El apoyo social puede definirse, de forma amplia, como las provisiones, reales o percibidas, de recursos procedentes de las redes sociales (amigos, familia, etc.) y de la comunidad.
o   En este sentido, el paralelismo entre esta situación y la creación de grupos de autoayuda parece pertinente. Estos grupos se caracterizan por vincular a personas con problemas similares, de manera que el grupo se constituye en fuente de apoyo para todos sus miembros. Estos grupos no suelen estar dirigidos por un profesional.
o   Redes sociales <<naturales>>, grupos que trabajan directamente en las tareas desarrolladas dentro del área afectada. Nos estamos refiriendo a todo tipo de actividades en las cuales 10s afectados puedan participar, desde el reparto de comida hasta la propia acción en el área afectada por el incendio, inundación, etc.

Fouce, J., Sánchez, E. (2002). Intervención psicológica en situaciones de estrés agudo: consideraciones teóricas y sugerencias para la intervención en situaciones de emergencia. En: Anuario de psicología. Barcelona: Universitat de Barcelona. vol. 33. pp. 63-78.  Recuperado de http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=259824
Caso de intervención desde el modelo Dohrenwend

martes, 11 de junio de 2013

Modelo Dohrenwend



Barbará Dohrenwend (1978) preocupada por la enorme diversidad de actividades que se encuentran bajo la etiqueta de Psicología Comunitaria, que habían difuminado la disciplina y hacían difícil mantener la sensación de unidad, propuso un marco conceptual cuya finalidad era contestar a dos preguntas:
  • ¿Qué hacen los psicólogos Comunitarios?
  • ¿Qué los diferencia de la Psicología Clínica y de otras disciplinas con el apelativo comunitaria? 


Según Dohrenwend, el modelo permite unificar todas las aparentemente dispares actividades de los psicólogos comunitarios, ya que todas ellas se dirigen a socavar el proceso mediante el cual el estrés psicosocial genera la patología (ya sea de salud mental o social), pero dada la complejidad de este proceso puede ser abordado en puntos muy diferentes y esto explica las diferencias entre las actividades desarrolladas por los psicólogos comunitarios. 



El proceso del estrés psicosocial, según Dohrenwend, se inicia con la aparición de uno o más sucesos vitales estresantes que generan una reacción de estrés transitoria. Los eventos sociales estresantes varían en el grado en que están determinados por el ambiente o por las características personales del sujeto. De esta forma, el modelo de Dohrenwend nos permite centrarnos tanto en la persona como en el escenario social, y admite la posibilidad de que el individuo participe en la creación de los diversos acontecimientos que posteriormente le pueden causar cambios psicológicos.

ANTES DEL DESASTRE



En estos casos surgen las reacciones psicológicas mas graves. En las situaciones de catástrofe, la falta de recursos, de planificación, de prevención, de capacitación, de suministros y de preparación general y psicológica, despierta sentimientos devastadores de impotencia y desesperanza. Si se añade a lo anterior la falta de un sistema de alerta, el impacto que esto causa en la persona, será catastrófico. 

La preparación previa al desastre es una actividad en la que deben intervenir diligentemente todas las personas que intervienen en un sistema de salud, es decir, a nivel personal y profesional. Es una de las formas más eficaces de atenuar los efectos que provoca una catástrofe en nosotros, nuestra familia, y los socorristas que pueden acudir a brindar auxilio. 

La capacitación y el adiestramiento por medio de simulacros constituyen una preparación excelente para afrontar un desastre, si se efectúan en forma organizada, planeada y programada regularmente. Estas prácticas constituyen medios estupendos para "sensibilizar" a personas y grupos frente a un desastre, y revirtiendo así en gran medida el pánico que pudiera surgir. Cuando una situación está bien ensayada, naturalmente se afronta con un sentido elevado de competencia y confianza. En forma local, programas de este tipo pueden diseñarse con peligros reales, tomando en consideración a la comunidad. Por ejemplo, una comunidad establecida alrededor de un gran aeropuerto puede realizar sus simulacros representando un gran choque irreal de aviones en un área de la comunidad. Otra comunidad cercana a una presa o río importante puede efectuarlos simulando una inundación, y así sucesivamente 

La finalidad principal de tales simulacros, desde el punto de vista psicológico incluye: 

  • Aumentar la conciencia del peligro.
  • Facilitar la desensibilización psicológica
  • Incrementar la confianza en las capacidades de actuar y de afrontar la situación
  • Disminuir la incidencia y la magnitud de reacciones psicológicas negativas, como rechazo, pánico y choque 




Las etapas previas al desastre y de alerta suelen constituir un momento en el que las personas sin preparación sienten una ansiedad de cierta magnitud. En su forma leve, dicha ansiedad suele ser dominada por diversos mecanismos subconscientes de defensa. Por lo general, las personas inclusive niegan que exista la posibilidad de un desastre ("nunca me ocurrió a mi"); desarrollan una actitud fatalista ("es inevitable y no puede hacerse nada al respecto") o utilizan racionalizaciones para convencerse a si mismas de que el desastre no se presentará ("en este sitio no ha habido un terremoto en los últimos cincuenta años, de tal forma que las posibilidades de que acaezca disminuyen con cada día que pasa"). 

Las acciones y las reacciones en la etapa previa al desastre, comúnmente varían de la inactividad y la apatía, a la ansiedad leve (y el "ideal" de planificación y preparación queda en un punto intermedio), la hiperactividad y la ansiedad que aumenta los niveles de pánico son más características de la etapa de alerta. Es importante recordar que muchos desastres como sismos, tornados y accidentes de transporte, normalmente no tienen una etapa de alerta previa. 

Cuando se da la señal de alerta, las personas y los grupos sin preparación a menudo sienten pánico, y solicitan desesperadamente información de cómo sobrevivir al desastre que se avecina. El miedo intenso durante este lapso suele acompañarse de pérdida del control y una conducta irracional de escape. Irónicamente, la huida puede ser la mejor técnica para sobrevivir, en algunas situaciones. Sin embargo, es importante que las personas escapen en la dirección apropiada y utilicen su criterio para decidir si huyen o buscan refugio. Al tomar esta decisión hay que considerar el tiempo necesario para ello y la naturaleza del desastre. 

Más aún, durante la etapa de alerta la responsabilidad suele recaer en los líderes y las autoridades que son consideradas como "figuras paternas". Dicha conducta puede canalizarse simplemente al dar instrucciones muy autoritarias e información explícita referente a asuntos como evacuación, desplazamiento hacia los refugios y demás. 

Las estrategias de intervención durante la preparación previa al desastre, la etapa de alerta deben estar orientadas a la capacitación y actividades que se acerquen a la realidad. Se busca con todo ello, disminuir el rechazo, de modo que los ciudadanos puedan movilizarse y protegerse por si mismos. Proporcionar información concerniente al tipo, la fuente, y la magnitud del peligro, así como los planes de evacuación, si así conviene. Los líderes competentes deben comprender los aspectos relevantes del inminente peligro, y transmitir las medidas defensivas o evasivas apropiadas que deben ponerse en práctica. Entre los factores significativos que modifican la intervención en este momento están el grado de planificación y preparación previa, y la eficacia de la red de comunicaciones.





Video. Antes del desastre





Intervención psicosociológica en situaciones de estrés agudo








lunes, 10 de junio de 2013

DURANTE EL DESASTRE

Organización Panamericana de la Salud. (2010).Apoyo psicosocial en emergencias y desastres. Guía para equipos de respuesta. Recuperado de Apoyo social en emergencias y desastres


Es importante conocer el efecto que tienen las emergencias 
y desastres en la salud mental y bienestar psicosocial de las 
personas.
El impacto psicosocial de cualquier emergencia o desastre depende de los siguientes factores:

  • La naturaleza del evento: Los eventos inesperados (terremoto), los ocasionados por el hombre (conflictos armados), los que implican uan situación de estrés prolongada (desplazamiento forzado) y los de afectación colectiva general que producen un mayor impacto en la población.
  • El entorno y las circunstancias : Los desastres no escogen a las víctimas, no afectan al azar.
  • Las características de la personalidad y la vulnerabilidad individual de los sobrevivientes : Se valora en primer lugar la personalidad de los individuos y su capacidad de hacerle frente a los eventos catastróficos inesperados.


Sin embargo, en la mayoría de ocasiones se sugiere que el 
psicólogo realice las siguientes acciones:

  • Escuchar. Permitir la expresión de vivencias y emociones experimentadas durante el evento.
  • Apoyar o crear condiciones adecuadas de comunicación e información. Disminuir el estrés, incrementar la organización cognitiva, activar recursos internos y externos al individuo o al grupo, disminuir la sensación de anomalía o marginalidad, la preparación para ciertas experiencias.
  • Apoyar las acciones prosociales que la propia comunidad emprenda.
  • Crear las condiciones para recuperar la homeostasis perdida.








Objetivos del psicólogo en situación de desastre.

  1. Optimizar la capacidad terapéutica que tiene la propia comunidad para solucionar sus problemas mediante el desarrollo de redes de apoyo, formación para profesionales, ampliación de roles de los profesionales y otros.
  2. Trabajar con la comunidad para reducir el desfase entre su desarrollo potencial y su desarrollo real.
  3. Aumentar la capacidad de gestión de la comunidad para la autoadministración de los cambios pertinentes.
  4. Autorregulación de la propia intervención para mantener la calidad de la misma.
  5. Proveer información, confort, asistencia práctica, “primeros auxilios” emocionales.


Entre los grupos de población más vulnerable se 
encuentran los siguientes:

Niñez. Aún no han constituido las defensas suficientes para enfrentar las adversidades y dependen de la ayuda y el apoyo externo.

Mujeres. Suelen estar sometidas a condiciones sociales más adveras (en relación con los hombres) y a mayores riesgos para su salud.

Ancianos. Con frecuencia viven en situaciones de privación y desesperanza.

Otros grupos de riesgo. Personas con enfermedad mental o física previa que ocasiona mayor vulnerabilidad del individuo.

Las situaciones de emergencias y desastres producen diversos problemas a nivel individual, familiar, comunal y social. En cada uno de éstos niveles, las emergencias y los desastres deterioran los mecanismos de protección de la persona y acrecientan los riesgos de que aparezcan numerosos tipos de problemas. Los problemas pueden ser sociales o de conducta. A continuación se presenta una descripción de cada uno de ellos.

Problemas psicosociales.
  • Problemas sociales preexistentes (anteriores a la emergencia), como la extrema pobreza, pertenecer a un grupo discriminado, marginado y oprimido políticamente.
  • Problemas sociales inducidos por la emergencia : separación de los miembros de la familia, desintegración de las redes sociales, destrucción de estructuras comunitarias, de la confianza recíproca y de los recursos, mayor violencia por motivos de género.
  • Problemas sociales inducidos por la asistencia humanitaria: debilitamiento de las estructuras comunitarias o de los mecanismos de apoyo tradicionales.


Problemas de conducta.
  • Problemas preexistentes : trastornos mentales graves y abuso de alcohol.
  • Problemas inducidos por la emergencia: duelo, alteraciones emocionales, depresión y ansiedad, incluyendo trastorno por estrés postraumático.
  • Problemas inducidos por la asistencia humanitaria : ansiedad debido a la falta de información respecto a la distribución de alimentos.





Primeras acciones de la respuesta


Las medidas y decisiones tomadas las primeras 72 horas en 
una situación de emergencia sientan las bases para una 
respuesta eficaz durante las semanas siguientes.

Acciones a implementar las primeras 72 horas

  1. Realizar una visita al lugar de emergencia para llevar a cabo una evaluación preliminar. Verificar la naturaleza y alcance de la situación de emergencia mediante consultas con el personal, funcionarios del gobierno, otras agencias u organizaciones locales, la población y los medios de comunicación
  2. Establecer contacto con todo el personal de salud mental y apoyo psicosocial a su alcance y verificar su disponibilidad.
  3. Consultar el plan de preparación y respuesta en salud mental y apoyo psicosocial, adaptarlo a la situación y establecer un mecanismo de coordinación permanente.
  4. Diseñar intervenciones sobre la base de una información suficiente y fijar un calendario de actividades.
  5. Establecer un sistema para compartir los resultados y mejorar la práctica.





Evaluación de daños y análisis de necesidades en salud mental y comunitaria

La evaluación rápida de la situación de salud mental después de un desastre o emergencia es parte de la evaluación de daños y análisis de necesidades de salud y debe facilitar las acciones prioritarias que se requieran en este campo.
Ayuda a :
  • Describir el impacto humano del evento, destacando los aspectos culturales, las coyunturas políticas y las formas de organización social existentes en la población afectada.
  • Identificar la problemática de salud mental, incluidas la morbilidad y la mortalidad.
  • Evaluar las necesidades psicosociales prioritarias de la población afectada.
  • Describir la forma de respuesta institucional y de la población, así como la eficacia de los mecanismos de afrontamiento.
  • Hacer recomendaciones para la acción.



Hay tres etapas en el proceso de evaluación:

Inicial : Se efectúa as primeras 72 horas posteriores al evento. La evaluación inicial es comunitaria, la comunidad participa en la primera respuesta a través de organizaciones comunitarias, grupos de socorro y salvamento o trabajadores de la salud del nivel primario.
Lo cuál servirá de base para el análisis posterior especializado.

Intermedia: Registra la evolución de una situación de la salud mental en forma continua durante las primeras 4 semanas.

Final: Se lleva a cabo al finalizar la etapa intermedia.



Esferas de actuación y apoyo psicosocial

  • Asumir que las respuestas emocionales son normales ante una situación anormalmente abrumadora.
  • Integrar componentes de ayuda comunitaria e intervenciones sociales (alimentación, educación, vivienda, trabajo, etc.) haciendo posible la reconstrucción de la cotidianidad y el desarrollo de nuevos proyectos de vida.
  • Comprometer la participación activa de la comunidad, autoridades y grupos intersectoriales.
  • Identificar e intervenir a tiempo las reacciones psicológicas par el logro de una pronta recuperación. A continuación de presenta un modelo de respuesta e intervención psicosocial aplicable las primeras 72 horas.


Fase.
Respuestas psicológicas.
Intervenciones psicosociales.












Primeras 72 horas.
    Crisis emocionales.
           Entumecimiento psíquico : se ven asustadas, apáticas, confundidas.

    Excitación aumentada o “parálisis” por el temor.

    Ansiedad difusa.
    Deseo-temor de conocer al realidad.

    Dificultad para aceptar la dependencia y la situación crítica en la que se encuentra.

    Inestabilidad afectiva con variaciones extremas.
           Ocasionalmente, estado de confusión aguda.








    Evaluación de daños y análisis de necesidades en salud mental.

    Socorro y protección.

    Satisfacción de las necesidades básicas más inmediatas.

    Primera ayuda psicológica.