martes, 2 de abril de 2013

El cuidado de los técnicos. Apoyo psicológico a los miembros del equipo de intervención. 




Los psicólogos u otros miembros del equipo de intervención en crisis pueden experimentar una serie de dificultades por su exposición a las situaciones vividas al regresar a su vida cotidiana, así, nos podemos encontrar conflictos familiares, tristeza y cambios de humor, deseo de mantener contacto con otros compañeros o víctimas de la crisis, etc. 

Estas dificultades son reacciones normales frente a sucesos anormales o inhabituales que pueden durar días, semanas o meses y tienden a disminuir de forma gradual y requerirán de apoyo y acompañamiento familiar y social. En ocasiones las reacciones experimentadas pueden llegar a ser mas graves siendo vulnerables a padecer síntomas de estrés por su implicación directa en las situaciones vividas. 

Algunas “reacciones” pueden ser: 

  • Sensación subjetiva de embotamiento, ausencia de realidad, sentirse aturdido 
  • Reexperimentacion del suceso traumático 
  • Intentos de evitar estímulos asociados con la situación vivida 
  • Disminución de la capacidad de respuesta al mundo exterior 
  • Irritabilidad y dificultad para conciliar y mantener el sueño 
  • Síntomas de ansiedad y depresión 

Existe una serie de “factores traumáticos” que agravan o predisponen la aparición de problemas psicológicos: 

  • Estar expuestos en su vida a otras situaciones estresantes 
  • Antecedentes de trastornos físicos o psicológicos 
  • Exposición continua a condiciones de estrés muy intensas 
  • El impacto social, ruptura de las estructuras y las redes sociales 
  • Problemas de coordinación y organización 
  • Presencia de personas conocidas o familiares entre las victimas 



Basados en Fernández (1999) y Sánchez (2003) se encuentran algunas sugerencias a tener en cuenta por los responsables y miembros del equipo: 

Orientación a tener en cuenta antes de la intervención en crisis. 

  • Definir claramente las funciones y perfiles de la intervención 
  • Establecer previamente una adecuada distribución y organización del equipo de trabajo 
  • Garantizar una adecuada información de todo lo ocurrido a los miembros 
  • Valorar el estado emocional antes de la intervención 

Orientaciones durante la intervención en crisis

  • Cuidarse físicamente y comer frecuentemente en pequeñas cantidades 
  • Valorar el estado emocional durante la intervención 
  • Respetar y comprender las posibles reacciones y sentimientos que pueden experimentar algunos miembros 
  • Mantener un buen clima grupal 
  • Establecer reuniones en cada cambio de equipo para intercambiar información 
  • Mostrar autoconfianza en las capacidades personales y en la de todos los miembros del equipo 
  • Mantener las rotaciones en el lugar de trabajo 
  • Establecer periodos de descanso (15 o 30 minutos cada dos horas) 

Orientaciones y técnicas de intervención después de la intervención en crisis. 

  • Informar a los familiares de los miembros del equipo posibles reacciones que se pueden experimentar 
  • Realizar ejercicios físicos y de relajación 
  • Practicar la técnica de intervención “defusing” en las primeras 24 horas de terminado el trabajo y antes de regresar a su vida cotidiana. 
  • Intervención psicológica durante las primeras 24-72 horas conocida como “debriefing” 
  • Intervención psicológica a medio-largo plazo 
  • Seguimiento: revisión y evaluación de los casos individuales para asegurar que mantiene una progresión en su tratamiento e identificar reacciones retardadas


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